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El chico de los dibujos

Hoy me acordé de los cerezos que me pintaste una vez.

Me acordé de lo lindo que fue querer(nos).

Vos, que apareciste cuando menos lo esperé. Con tus mates amargos y tu poesía, para enseñarme que se podía querer bien.

Me enseñaste que alguien podía mirarme como yo solía ver. Que yo también podía inspirar versos.

Que lindo cuando se quiere así, como quienes se miran con un brillo en los ojos que habla por si solo. Como quienes se dedicaron canciones antes de besarse porque no se animaban a decir en voz alta lo que el otro les hacía sentir.

Antes de empezar nuestra historia nos aterramos, casi que nos alejamos. Recuerdo que éramos los únicos locos tomando mate al lado del río en un día nublado. Nos despedimos, con miedo, con heridas que guardábamos del pasado.

Yo sentí que lo lindo me había durado muy poco y empecé a caminar para aliviar el nudo que sentía en el pecho. Sin esperarlo, habiendo ido para el lado contrario, vos doblaste en la esquina por donde yo iba. Como si el universo quisiera que no nos despidamos. Cómo si estuviéramos destinados a encontrarnos.

Compramos unos puchos y hablamos con más tranquilidad. Me contaste de esas heridas que te hacían querer irte corriendo, pero me dijiste que en realidad querías quedarte. Yo te conté de mi fascinación por arriesgarme y entregarme, sin miedo a que las cosas salieran mal.

Después nos quisimos. Entre música y poesía. Entre canciones de jazz en la cocina. Entre risas y silencios. Entre mates amargos que endulzaba tu sonrisa.

Soy fiel amante del invierno, pero vos fuiste mi verano preferido.

¿Quién fuera?

Mi psicologa me pregunta ¿Qué pasará si hago eso a lo que tanto me niego? ¿Qué sentiré si no es malestar lo que siento?

¿Que habrá más allá? De acobijarse en el frecuente malestar del auto boicoteo.

Y siempre tengo la misma respuesta: no lo sé.

Porque todo eso que me frustra, lo intento cada mil veces y quizás con la falta de creencia en mi, me falta voluntad, quizás esfuerzo, quizás paciencia.

Esto último si que no lo tengo.

Veo en los demás una constancia que jamás pude adquirir, un deseo al sueño, unas ganas tremendas de correr hasta la meta.

Pero yo siento que ni siquiera puedo caminar.

Pero no, esto último no quiere decir que todo este mal, simplemente hace mucho tiempo que no corro.

Quizás si lo hago me sienta mejor, quizás escupo un pulmón, pero cómo cuesta intentarlo.

Y mis mil motivaciones no vienen a ser suficientes, mente sobre cuerpo, no me funciona no me estoy moviendo.

¿Que pasará cuando empiece a querer hacer lo que de verdad quiero y no lo que crea que tengo que estar haciendo?

¿Qué va a pasar cuando encuentre el equilibrio entre lo que quiero y lo que tengo? Y deje de querer siempre mas, sin pararme a mirar siquiera lo que esta acá.

In another love, another love

Quiero que me lleves a ver el amanecer.

Esta algo frio a orillas del rio, te pido que seas mi abrigo.

Quiero abrirte mi corazón como mis brazos a tu alrededor, pero la última vez se me rompió.

Quiero dedicarte las canciones más hermosas del mundo. Pero temo que un día no estés más y no pueda volver a escucharlas sin que me duelan hasta las entrañas.

Quiero confiar plenamente en tus “te amo” y tus palabras. Pero la última vez que lo hice me dijeron “te odio” al irse.

Quiero dejarte acariciarme. Pero temo que las heridas que están cicatrizando se terminen desangrando.

Quiero fotografiar hasta tu último detalle. Pero no quiero algún día tener que borrar esas imágenes sin en llanto desarmarme.

También entiendo que el pasado es un capitulo que ya tiene final.

Que me vas a abrazar y acariciar hasta que las heridas terminen de cicatrizar. Sé que me seguirás iluminando los ojos, hasta que comprenda que me puedo volver a entregar.

Que no sabremos si esta vez será diferente, si no borramos las heridas del pasado.

Sintiendo de nuevo

Despiertas un cuerpo que yacía hambriento de sentimientos.

El tiempo es insignificante al lado de las ganas de acurrucarme en tu pecho.

Me duermo pensando en el sabor de tus besos.

Asusta un poco te lo confieso, si me ves tambaleando regálame el brillo que en tus ojos despierto.

Regalame

Que te pido que te pierdas en estos labios,

no puedo prometerte que los tendras para siempre, porque vivo a donde me lleve el viento.

Hoy te eligo porque no podemos saber sobre el mañana,

te regalo estos brazos,

te aprieto la mano para que te dejes llevar,

a algun lugar donde de esta gran ciudad nos podamos escapar,

donde el silencio y tu mirada sean el mejor pasatiempo.

A que sabrán tus labios

Quiero mojar mis labios con tus besos, sentirme ahogando en sentimientos.

Me entumeces el cuerpo con cada «Te quiero».

Me siento con frío sin tus brazos alrededor de mi cuerpo.

Quiero hundirme en sueños, es el único lugar que te encuentro.

Quiero sentirme libre contigo, como el agua con el viento.

Hasta la raíz

Podemos arrancar las flores de las plantas, pero siempre volverán a crecer. Con el sol, con el agua.

Podemos vaciar los ríos, hasta dejarlos secos. Pero las lluvias inundarán las grietas del suelo.

Podemos secar las lágrimas, pero eso no impedirá que se nos vuelva a partir el alma.

Podemos escaparnos del amor con miedo, pero eso no hará que no amemos de nuevo.

Podemos crecer y hacernos los valientes, pero aunque lo neguemos siempre necesitaremos un abrazo curandero.

Podemos llenarnos de mil silencios, quemarnos el pecho con las palabras ocultas, pero siempre explotaremos gritando los dolores a los cuatro vientos. Siempre, en algún momento.

Los gritaras a tu manera, esas palabras punzantes que te liberarán el cuerpo.

Que saltes al vacio

Podria escribirte mil poemas en el silencio de esta habitacion.

Podria describirte tal como eres, lleno de dolor.

Ya lo sabes todo, porque me hundes a tu modo y me conoces mas que nadie.

Sacas lo oscuro dentro mio, te abrigas con todos mis fantasmas y me dejas morir de frio.

Eres como un dementor que me da un beso, sacando de mi todo lo bueno hasta matarme bien adentro.

Me dejas con todo lo malo, me apagas como la luna al dia, me dejas siendo un anochecer eterno.

Ni siquiera brillan estrellas dentro mio, si eres tu, mi vacio.

El que tiene como enemiga la palabra bienestar y me hace ver en mi solo crueldad, solo defectos.

Eres la misma piedra con la que siempre tropiezo.

Te encargas de abrirte de nuevo dentro mio cuando me ves regalando sonrisas y risas, te aseguras de que no duren, te gusta tenerme inestable.

Sabes de mi poca fuerza de voluntad, sabes muy bien que me puedes ganar.

Entonces te abres en mi pecho, en mis adentros. Me ahogas lo bueno y me dejas ardiendo con lo malo, sobreviviendo.

Pero tu sabes muy bien, que no conozco otra cosa que hacer, que hundirme junto a ti hasta tus cimientos.